Gammagrafía ósea: utilidad en la evaluación y seguimiento de pacientes con cáncer de mama en estadío clínico II, III, IV
Resumen / Abstract
Se revisaron las historias clínicas de 420 pacientes con diagnóstico de cáncer de mama debidamente documentado por la anatomía-patológica en estadío clínico II,III y IV. En todos ellos se realizó al menos una gammagrafía ósea al momento del diagnóstico. En 52 casos se realizaron dosajes séricos de CA 15-3 en algunos casos que lo requerían se administró Samario 153 EDTMP como terapia paliativa del dolor óseo. La presencia de focos secundarios gammagráficos fue de 0/84 casos (0%) en el estadío clínico II, de 54/265 casos (20%) en el III y de 41/91 casos (45%) en el IV. El foco único se presentó en
el 6,7% de los casos. De los 52 casos que tuvieron dosaje sérico de CA 15-3 en 7 de ellos se detectó lesiones secundarias óseas, y de éstos, 5 cursaron con elevación del marcador. La gammagrafía ósea mostró en muchos casos la presencia de focos captadores en ubicaciones singulares del esqueleto, aparato excretor urinario o tejido mamario. La radiación gamma emitada por el Sm-153 nos permitió obtener unas adecuadas vistas basales post-terapia de las lesiones secundarias. Los resultados muestran la mayor incidencia de lesiones secundarias en el esqueleto en los casos de los estadíos III y IV en relación a otras países. La repetición seriada de la gammagrafía así como la comparación con los niveles de CA 15-3 incrementan la sensibilidad de la gammagrafía. La presencia del foco único en el esqueleto de un paciente con una neoplasia conocida nos obliga a una evaluación cuidadosa de la naturaleza del foco. La presencia de acumulación del trazador en el riñón, uréter y en vejiga nos permite inferir patología del aparato excretor que en muchos casos es la primera evidencia de su presencia.
Editorial
Lima